martes, 19 de febrero de 2013

Ruinas de Rupac

Rupac es una zona arqueológica que se encuentra en la serranía de Huaral en el distrito de Atavillos Bajos. Para llegar a este hermoso complejo se tiene que pasar por dos pueblos.
El primero es La Florida, que se encuentra a dos horas de Huaral. En este lugar no se encuentra hospedaje, ni restaurantes, pues no es una numerosa población. Aquí se tiene que pagar 10 soles para poder seguir el camino hacia el siguiente pueblo llamado Pampas y luego llegar a Rupac.
En La Florida es preciso comprar atún y agua para el trayecto, porque de aquí en adelante ya no se encontrará nada.
El siguiente pueblo al que se llega se llama Pampas, que también es conocido como “El pueblo fantasma”, porque no lo habita nadie; los habitantes de La Florida son dueños de las viviendas de Pampas, las conservan por las áreas de cultivo y pasteo de su ganado, y nos cuentan que van a Pampas solo por su aniversario y algunas fiestas patronales que celebra la comunidad.
Desde este pueblo se inicia la caminata hacia las ruinas de Rupac, que se encuentra a 7 km.
Para llegar a Rupac se necesita una caminata de tres horas, a media hora de la caminata nos encontramos con una hermosa catarata llamada Huarín Palcamayo. También es conocida como “Aguas de Huarin” y sirve como  riego para las áreas de cultivo. Aquí los visitantes pueden hacer una parada a refrescarse, pues de ahí en adelante no hay agua. En el camino de ahí para adelante es más peligroso pues todo es subida.
Antes de llegar a Rupac, existe otra ruinas llamada Marco Kullpi,  ciudadela pre-inca que se constituye principalmente de una fortaleza megalítica con una torre vigía desde la que se denomina todo el valle del río Chancay-Huaral. Es una ciudadela necrópolis, pues aquí se encuentran la mayoría de restos fósiles, a las edificaciones se les llama chullpas; también existen pinturas rupestres.
Las ruinas de Rupac es conocida como “El Machu Picchu limeño” por sus maravillosas edificaciones, está a unos quince minutos más de Marco Kullpi. Es una ciudadela pre-inca, que se encuentra a 3475 msnm. Su nombre proviene del idioma Aymara, que significa “llamarada roja o fuego rojo” porque las edificaciones estuvieron pintadas de rojo. Algunas investigaciones datan que las construcciones son del año 1200 d.c. y que perteneció a la cultura de Los Atavillos. Rupac está comprendido por 50 edificaciones que se localizan al borde del abismo, estas edificaciones pueden llegar a medir hasta 10 metros de altura. A pesar de que algunas construcciones han sido derrumbadas y saqueadas, no han perdido su hermosura.
Es recomendable empezar la caminata a eso de las 6 de la mañana, para disfrutar del amanecer y evitar la insolación, ya que los rayos solares son muy fuertes. Saliendo a esa hora se llegara temprano a las ruinas, si se desea se puede acampar. Pero es preciso que el regreso sea a partir del mediodía, pues aparece la neblina y comienza a llover, haciéndose más peligroso el camino por lo mismo que existen zonas donde la carretera es resbalosa.

Las ruinas de Rupac es el último lugar que visite, sin embargo existen más territorios por conocer; pues las zonas mencionadas es solo una pequeña parte de todas las que existen en Huaral. Concluyo mi trabajo poniendo en conocimiento de los lectores e interesados estas maravillas que se ubican en dicha provincia, cuya distancia es de 80 km al norte de Lima.

























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