Rupac es una zona
arqueológica que se encuentra en la serranía de Huaral en el distrito de Atavillos
Bajos. Para llegar a este hermoso complejo se tiene que pasar por dos pueblos.
El primero es La Florida,
que se encuentra a dos horas de Huaral. En este lugar no se encuentra
hospedaje, ni restaurantes, pues no es una numerosa población. Aquí se tiene
que pagar 10 soles para poder seguir el camino hacia el siguiente pueblo
llamado Pampas y luego llegar a Rupac.
En La Florida es preciso
comprar atún y agua para el trayecto, porque de aquí en adelante ya no se
encontrará nada.
El siguiente pueblo al que
se llega se llama Pampas, que también es
conocido como “El pueblo fantasma”, porque no lo habita nadie; los habitantes de
La Florida son dueños de las viviendas de Pampas, las conservan por las áreas
de cultivo y pasteo de su ganado, y nos cuentan que van a Pampas solo por su
aniversario y algunas fiestas patronales que celebra la comunidad.
Desde
este pueblo se inicia la caminata hacia las ruinas de Rupac, que se encuentra a
7 km.
Para
llegar a Rupac se necesita una caminata de tres horas, a media hora de la
caminata nos encontramos con una hermosa catarata llamada Huarín Palcamayo.
También es conocida como “Aguas de Huarin” y sirve como riego para las áreas de cultivo. Aquí los
visitantes pueden hacer una parada a refrescarse, pues de ahí en adelante no hay
agua. En el camino de ahí para adelante es más peligroso pues todo es subida.
Antes
de llegar a Rupac, existe otra ruinas llamada Marco Kullpi,
ciudadela pre-inca que se
constituye principalmente de una fortaleza megalítica con una torre vigía desde
la que se denomina todo el valle del río Chancay-Huaral. Es una ciudadela
necrópolis, pues aquí se encuentran la mayoría de restos fósiles, a las
edificaciones se les llama chullpas; también existen pinturas rupestres.
Las
ruinas de Rupac es conocida como “El Machu Picchu limeño” por sus maravillosas
edificaciones, está a unos quince minutos más de Marco Kullpi. Es una ciudadela
pre-inca, que se encuentra a 3475 msnm. Su nombre proviene del idioma Aymara,
que significa “llamarada roja o fuego rojo” porque las edificaciones estuvieron
pintadas de rojo. Algunas investigaciones datan que las construcciones son del
año 1200 d.c. y que perteneció a la cultura de Los Atavillos. Rupac está
comprendido por 50 edificaciones que se localizan al borde del abismo, estas edificaciones
pueden llegar a medir hasta 10 metros de altura. A pesar de que algunas
construcciones han sido derrumbadas y saqueadas, no han perdido su hermosura.
Es
recomendable empezar la caminata a eso de las 6 de la mañana, para disfrutar
del amanecer y evitar la insolación, ya que los rayos solares son muy fuertes.
Saliendo a esa hora se llegara temprano a las ruinas, si se desea se puede
acampar. Pero es preciso que el regreso sea a partir del mediodía, pues aparece
la neblina y comienza a llover, haciéndose más peligroso el camino por lo mismo
que existen zonas donde la carretera es resbalosa.
Las
ruinas de Rupac es el último lugar que visite, sin embargo existen más
territorios por conocer; pues las zonas mencionadas es solo una pequeña parte
de todas las que existen en Huaral. Concluyo mi trabajo poniendo en
conocimiento de los lectores e interesados estas maravillas que se ubican en
dicha provincia, cuya distancia es de 80 km al norte de Lima.
Hermozo lugar ... algo distinto p (: .. Cuantas horas son de lima?
ResponderEliminar2 horas..! =)
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